La nouvelle vague
(nueva ola) francesa supuso una revolución durante los primeros años 60 que
cambió y modernizó la forma de entender el cine dentro y fuera de Francia. El
estallido del movimiento se produjo con tres películas presentadas en el
festival de Cannes de 1959, entre ellas 400 Golpes, su rodaje fue recibido con
cierto escepticismo por la vieja guardia del cine francés, que veía en la
película una intromisión de una nueva generación de realizadores que no
manejaban el lenguaje cinematográfico tradicional, el estreno de la película en
el Festival de Cannes sorprendió a todos los presentes.
Los 400 golpes es la
crónica de una soledad y desamparo. La historia de un niño que palpa el
sinsabor del olvido y que busca su propia identidad en el instinto de la
libertad.
Su director Truffaut en
esta película innovó en el aspecto temático, al realizar una obra biográfica,
al tratar la historia de una manera realista exenta de sentimentalismo, al
cuestionar la familia y las instituciones educativas. Por otro lado, su film
también rompió con el concepto clasicista de conclusión del relato de manera
cerrada y positiva.